En las largas noches que alguien pasa como DJ, las anécdotas son innumerables, desde el típico lucido que llegará a sobornarte para que pongas “su canción favorita”, porque, “ahora sí ya se va del club”, hasta la chica que te hará ojitos para que por favor le pongas la canción que marcó su vida. Por supuesto, cuando la pones, la niña está en el baño y no le importó en lo más mínimo que sonara “su canción”.
A todos creemos que les ha pasado de todo pero al menos queremos compartirles algunas de las cosas que se han experimentado en la cabina. Pensando en hacerlas reglas y tenerlas justo al lado de la cabina, les dejamos estas:
1. Nunca pongas tu bebida junto a la consola: Así como ustedes cuidan con mucha ternura las laptops cada vez que van por un café y procuran que nada se derrame, ¿por qué sí pondrías tu bebida justo a un lado de las tornamesas?
2. No somos rockolas: Hay DJs que les encanta ser los complacientes de todo, y no está mal recibir retroalimentación de si se está haciendo bien o no el trabajo, pero tampoco somos computadoras que reciben órdenes. Confíen en el DJ, no tienes por qué desconfiar y querer someterlo a tu “gusto” musical. El gusto es muy subjetivo y como tal, va de la mano de cada persona. Un buen DJ sabrá darle gusto a todos, solo dale paciencia.
3. La mejor mentira: Es el “ya me voy a ir”, cuando de pronto justo ese invitado, es el que llega a quedarse hasta que cierren las puertas del local, o el que hizo la fiesta lo corra de casa (si es que no ya terminó ebrio en el sillón de la sala).
4. El más típico personaje de una fiesta: El experto en música que OH GRAN EXPERTO DE MUSICA, ilústranos con tu sabiduría, no sabíamos que existías y controlas el mundo de las canciones. Nunca falta el que es más experto que todos los expertos en música. Nació con un don único para reinar sobre el gusto de los demás a nivel musical y creerá saber más que tú. Está bien, nadie es todo conocedor de música pero cuando ya llevas un rato poniendo música, es difícil encontrar a gente que te aporte mucho, y comúnmente, es la gente que menos esperabas, no el que llega con prepotencia a la cabina.
5. El DJ frustrado que se cataloga como el sujeto ebrio: En un pasado, todos fueron tecladistas, guitarristas y ahora DJs. Nunca faltará quien te adoctrine sobre teoría de la tornamesa, “no hermano, yo a tu edad me los echaba todos corridos, también fui DJ”. Pero eso sí, cuando les respondes con interés sobre algunas cosas de su época, resulta que “no se acuerdan” cómo lo hacían. “No hermano, esque ya fue hace un tiempo eso”. Ni cómo ayudarlos.