A veces las personas hacen comentarios bruscos acerca del tiempo que otras pasan en internet, pero a pesar de que pueda sonar algo exagerado, el poder tener acceso libre a este ciberespacio ya se ha vuelto parte de los derechos humanos a los ojos del mundo.
Todo esto va de acuerdo a lo discutido dentro del Consejo de Derechos Humanos en la ONU, ya que en junio se pasó una resolución no obligatoria para condenar a los países que prohíban el acceso a internet a sus ciudadanos de forma intencional.
La iniciativa fue abordada el viernes pasado, pero ha generado opiniones opositoras por países como Rusia, China, Arabia Saudita, Sudáfrica y la India, entre otros. El problema con esto, es que dichos países dicen que “condenaría inequívocamente las medidas para prevenir de manera intencional el mal uso del acceso y diseminación de información en línea”.
Claro que también existieron quienes estaban a favor, ya que según lo que dice una organización británica que trabaja para promover la libertad de expresión y difusión de información, conocida como Artículo 19, más de 70 estados apoyaron esta iniciativa.
Esta resolución señala cosas que muchos de nosotros ya sabíamos: La importancia de incrementar el acceso a internet, ya que así se facilita la oportunidad de tener una buena educación a nivel global, o también la provisión de otros recursos para esta. Eso sin mencionar los recursos para conseguir trabajo, así como la manera de difundir noticas e información de manera fácil y precisa.
Hoy la banda ancha y la alta velocidad de conexión no deben ser un lujo, sino una necesidad.
Algunos puntos que se presentan en la iniciativa tuvieron más énfasis que los demás, entre estos, los que estaban relacionados con la libertad de expresión en internet:
- Asegurarse de tener bien en cuenta el número de abusos y violaciones a las personas por ejercer sus derechos como individuo.
- Reconocer que la privacidad en línea es importante.
- Resaltar la importancia de la educación a niñas y mujeres en campos relevantes de la tecnología.
La ONU no puede forzar el uso de nuevas iniciativas a otros países, por eso es que su misión es la de asesorar y guiar a todas las naciones participantes para poner algo de presión en cualquiera de las que tengan una opinión negativa. El siguiente paso sería que estos países comenzaran a señalar la problemática que esto incluye, como el chequeo de las leyes que podrían permitir que el abuso en la libre expresión diera pie a la difusión de la violencia, ideales terroristas y el acoso.
Sin duda un tema muy delicado a debatir, pero necesario al mismo tiempo. Esperemos que esto vaya cobrando más importancia en el futuro, de manera en que podamos compartir con ustedes más información.
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