Durante años la música electrónica a través de sus épicos festivales y clubes, hicieron de las pistas de baile un refugio para todo tipo de tendencias culturales, donde se respetan tendencias sexuales, múltiples ideologías, y en resumidas cuentas se mantiene una mente abierta a todo tipo de experiencias.
Sin embargo, que un pene gigante rose tu cuerpo sobrepasa, un poco, las líneas de esta movida que está dada a la inclusión, y al amor. Punto que puede hacer pasar un mal rato a cualquiera, sin importar su diversidad sexual, raza o creencia, y además establece más razones para que los magistrados con su falsa moral criminalicen más la movida, por todas estas razones aunque pienses que es divertido, no seas un pene en un festival, por favor.
Esta advertencia se da por los hechos ocurridos en el Electric Daisy Carnival, donde dos ravers con una fascinación extraña por los falos y una referencia máxima al party boy de Jackass, crearon unos disfraces para proponer en un set de Drum and Bass algo diferente, que sorprendió a todos los psiconautas de los alrededores, creando posiciones encontradas: para alguno hizo su fin de semana con algunas risas, para otros fue demasiado grotesco. Lo que se puede afirmar es que este festival, fue una inagotable caja de sorpresas y este video queda para la posteridad.
Fuente: Danzeria